Jaén, riqueza y olvido

13 ago 2017 / 10:51 H.

A nadie escapa que sin Jaén, la realidad de la Andalucía interior sería bien diferente. Obviamos demasiadas veces que Jaén, cabecera del Guadalquivir y su gran afluente el Guadalimar, es quien abastece de agua los grandes cultivos cordobeses, sevillanos, incluso gaditanos. Se pasa por alto que, en tiempos de lluvias, es aquí donde se regula, gracias a la cantidad de embalses, el caudal para que no haya ni catástrofes ni inundaciones en el curso medio y bajo del río. Se omite, de forma interesada que nuestro más de cien millones de árboles, entre olivar y parques naturales, son la mayor fuente de emisión de oxígeno y consumo de CO2 de todo el territorio. Sin nuestro aceite de oliva los mercados serían bien diferentes y las cocina mediterránea bastante más pobre. Pues con todo esto, Jaén es la provincia andaluza menos favorecida por las Instituciones. De nada parece servir ser motor de gran parte del potencial económico del resto cuando las contrapartidas son nulas o escasas. Jaén es el combustible sin el que Andalucía no avanzaría, gasolina para el coche de otros.