Jaén paralelo

28 mar 2018 / 08:08 H.

Los verdaderos protagonistas de los espacios urbanos de toda ciudad son sus barrios con las plazas y calles que los configuran. Junto al pequeño comercio local que tienen anexado, son estos territorios los que vertebran la ciudad y la dotan del dinamismo surgido de su trama urbana que es la que marca su fortaleza preservando la cultura de la propia ciudad. Jaén es un pueblo grande que aspira a ser ciudad, decidido y diseñado por ególatras catetos del ladrillo; en donde la apuesta firme y dislocada de los gobiernos municipales de las últimas décadas mantiene una absurda carrera del capricho especulativo de turno que está encaminada en hacer del centro de la ciudad un no lugar, rompiendo su singularidad y vaciándolo de trama urbana que es trasladada al Jaén paralelo que desde el planeamiento urbanístico se está consolidando en las periferias de la ciudad. Los sistemas generales dotacionales del PGOU se mueven de un lugar a otro como simples fichas de parchís en un tablero dominado por los que siempre ganan. Tristemente, esta perversa situación se mantiene en el tiempo por la no existencia de un pacto local de modelo de ciudad, de todas las fuerzas políticas municipales, que sea la brújula que determine el planeamiento urbanístico de Jaén, mande quien mande en el ayuntamiento, y acabe de una vez por todas con la intencionada búsqueda consolidada de los intereses amiguistas de los unos y los otros que gobiernan en el momento. Un ejemplo gráfico de lo manifestado es constatar las miles de viviendas vacías que existen en la zona sur de la ciudad, zona cuya población que ocupaba parte de ellas fue desplazada a las nuevas zonas de expansión donde se han construido miles de viviendas que han generado un desequilibrio de infraestructuras y servicios municipales así como social que al día de hoy tiene una difícil solución por parte de un aplaudido ayuntamiento en quiebra, responsable de la situación generada. Todo, en el contexto de una demografía muy particular que en el último año ha perdido más de 5.000 habitantes incapaces de ser retenidos por el embaucador modelo futurista del Jaén paralelo que les niega el presente