Jaén, capital de la ITI

11 abr 2018 / 09:21 H.

Con ocasión de la visita reciente de unos amigos a nuestra ciudad, éstos nos manifestaban lo poco que había cambiado Jaén, desde la última vez que estuvieron aquí. De esto hará unos veinte años. Lo cierto es que, en un primer momento, no interpreté el comentario como algo negativo pero pasado ese instante, y haciendo una reflexión al respecto, entendí que, desde luego, positivo no fue. Pero claro, qué esperamos. Las inversiones son escasas, sino nulas. Y las limitadas novedades que se hubieran acometido en Jaén, en un momento dado, por parte de quien sea, con el paso del tiempo se encuentran deterioradas por la falta de mantenimiento, terminando, algunas de ellas, por irse al garete. Ahora la ciudadanía andamos entre expectantes e ilusionados con el tema de los prometidos centros comerciales, que no terminamos de creernos, por aquello de que: Un día vemos en los solares en cuestión, movimientos de tierras, operarios y camiones y, al día siguiente, leemos en el periódico que los proyectos se paralizan por denuncias, incumplimientos o vaya usted a saber qué. No entiendo cómo la gente que se dedica a la política no termina de darse cuenta que al resto de población, sus vecinos, en definitiva, nos resulta, absolutamente indiferente quién construye o planifica, quién encabeza la administración de turno, en aquel o en este momento; pareciéndonos irrelevante si los pagos salen de la administración local, provincial, autonómica o estatal. Lo único que nos importa a los habitantes de Jaén es comprobar que nuestra ciudad avanza y evoluciona, y que es diligentemente atendida, cuidada y defendida por quienes tienen el mandato de hacerlo. De ahí que: Ruego a los dirigentes políticos actuales de Jaén que no caigan en la desidia, que no permitan que los tópicos superen a la realidad y que defiendan con sabiduría y tesón que la Intervención Territorial Integrada incluya a Jaén, impidiendo que estos fondos europeos sean destinados exclusivamente a Linares, pues de lo contrario podría dar al traste con la solidaridad. Lo que necesitamos es hermanamientos y no confrontación.