Ignorancia selectiva

    28 nov 2023 / 10:30 H.
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    Confieso que soy una soñadora empedernida, que a veces sueño lo que escribo, y otras escribo mientras voy soñando. Y hoy os contaré que una de las razones por las que me gusta soñar es porque en mis sueños la realidad aparece distorsionada, y es en ellos en donde decido qué quiero que sea cierto. Una vez tomo conciencia abro los ojos, esto provoca una sonrisa en mi mente y mi cuerpo sólo con imaginar la situación. Y digo esto porque para mí en ocasiones la ignorancia es un regalo ¿es acaso más feliz quien conoce toda la realidad, o quien elige cerrar los ojos ante la complejidad del mundo? La ignorancia selectiva es un arte, la verdadera sabiduría estaría es discernir cuándo levantar el velo o cuándo permitirnos el lujo de la bienaventurada ignorancia. Para que en mi cielo mental haya paz, a veces necesito desconocer, ese estado me proporciona más felicidad que aquella que se teje con hilos de verdades incómodas y detalles desagradables que preferiría desconocer. La sociedad enferma día a día con tanto rencor, con tanta envidia, y con tanto odio absurdo que hace ensombrecer al mundo. Sueña, con los ojos cerrados o abiertos, pero sueña.

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