Qué comemos

19 mar 2017 / 11:24 H.

Hace unos días moría un joven en San Juan Aznalfarache con 300 kilos, prácticamente desahuciado por la medicina. Por el contario, los casos de anorexia en Andalucía no dejan de crecer y son casi una pandemia. No seré yo quien intente ni explicar, ni razonar, todo esto, que para eso están los especialistas. Lo que pretendemos, Julio y yo, es alertar de una situación global, la compleja, difícil y, extraña, relación que mantenemos con la comida. Nuestros hábitos de compra se centran en un patrón de consumo chocante. Supermercados que venden solo un tipo de comida llena de azúcar, colorantes y artificialidad, y que siguen un modelo de comer que diluyen la idea de que la carne la trata un carnicero y la fruta un frutero, y que, todo ello tiene que cocinarse. El nivel de cocina es bajísimo y prácticamente todos, aunque especialmente los niños, han dejado de tomar de manera normal legumbres, verduras y cremas hechas en casa. Las dietas ya no tienen tres platos, ni se hacen cinco comidas al día, sino que comemos empaquetado y cerrado. Lo mismo pasa con la expansión de los restaurantes de comida rápida, que han llegado a colonizar incluso nuestros bares, donde las tapas ya no son de cocina, sino de empaquetado industrial.