Linares ¡vive!

Me impresionó el otro día la movilización de una ciudad que, cansada hasta el hastío de ser un pueblo sin esperanza, se rebelaba ante la amenaza del cierre de más empresas que avocaría a la ciudad a un índice más alto de paro laboral. Realmente no sé cómo una ciudad como Linares hoy pervive en medio de esta crisis tan brutal donde los brotes verdes se ven más en una ciudades que en otras, en unas regiones más que en otras y en unas provincias más que en otras, ya que hasta que llegue a Jaén este “pequeño milagro de la primavera”, en expresión machadiana, nos queda mucho que andar. Ante esta situación me brotan estos interrogantes: ¿De qué vive una ciudad donde se ha bombardeado su industria y comercio? ¿Qué esperanza ofrece esta ciudad para los jóvenes que terminan sus estudios en su campus universitario? Creo que a los linarenses se nos ha acabado la paciencia, sus gritos y pitidos han resonado con valentía y vigor. Linares no quiere seguir mirando para otro lado como hacen las instituciones, Linares no se resigna a apagarse lentamente sin la lucha y la protesta de sus habitantes. El tiempo dirá si sus gritos son escuchados y tenidos en cuenta. Los que tienen que hacerlo tendrán que responder ante su conciencia. Linares ¡Vive!