Ahora eutanasia no

02 abr 2017 / 11:28 H.

Nada tienen que ver las propuestas de muerte digna o legislar sobre cuidados paliativos, que cuentan con la unanimidad del Parlamento, con la eutanasia. El debate sobre la eutanasia, es restrictivo de derechos, su práctica: Inmoral y con unas consecuencias imprevisibles que afectarían tarde o temprano a todos los ciudadanos que utilicemos la sanidad pública. A veces, hay furor en las redes por vender “humo” y provocar debates estériles o que no conducen a nada. Cuando no es la misa televisada, es ahora la polémica sobre la “legalización” de la eutanasia. La intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente es otro ejemplo de “viajes a ninguna parte”. Solo dos “pequeños” países en el mundo han despenalizado la ayuda al suicidio y ninguno de los dos son modelos de “moralidad” ni de ética en el ejercicio de esa práctica. Los gremios de enfermeras y médicos de estos Estados están reconociendo en encuestas confidenciales (garantizadas), que entre el 33% y el 50% de los casos ayudan a mandar al otro mundo al paciente sin consultarle, sin contar con él. No quiero renunciar a ningún derecho, ni que mis compatriotas lo hagan. El derecho a la vida nos justifica.