Época de paro

No se muevan. No levanten la mirada. Silencien. Sigan la blandenguería de la modernidad y acepten sus modismos y corrientes; llamen a la explotación obrera: precariedad laboral, porque es más cuqui, viste más y seguramente que aquel obrero que practique estos vocablos, desde su firme rivalizar con todos los demás, alcanzará la meta del capital y subido en el pódium le concederán un trabajo donde podrá “estar una semana de prueba, sin cobrar”, “aceptar un contrato de 20 horas que será lo que cobrará, donde echará 24, más las acumulables de cierre”, “cobrará X pero no le darán de alta”, “firmará su nómina de 1.200 euros y cobrará 700”, “trabajará los 15 primeros días y no los cobrará ya que esos días son su formación”. Todo esto y mucho más forma parte del peaje a pagar de esta contemporánea actualidad que con duro acicate mantiene condenada a esta provincia con la tasa de paro más alta de España y con los salarios mas bajos de este país. Tranquilos. No levante la voz, esta es una época de paro donde la justicia social no es una prioridad primaria en las personas, lo primero es trabajar. Para qué lo demás: en Jaén, tampoco se vive tan mal. Dejemos para otra época la legítima dignidad.