Hijo pródigo

06 jul 2017 / 10:42 H.

Hay un mural de Sabina en la Calle Mesones de Úbeda. Una forma de homenaje al cantautor ubetense. Se va honrando al cantante y poeta poco a poco también en su localidad de nacimiento. Y, sin embargo, la relación de Sabina con Úbeda o viceversa ha sido una relación tensa. Y el que fuese así tiene sus explicaciones, que vienen de antaño, de lejos; de la existencia de varias Úbedas distintas y distantes y que conviven con pocas mezclas e interacciones. Nadie de los de antes olvida de dónde procede Joaquín Martínez Sabina. Ni él mismo. Conectó con una o más generaciones que lo colocaron como símbolo de sus vivencias, que se miraron en su espejo para soñar a veces lo que hubiesen querido ser (o ciertamente algunos lo fueron); se creó una imagen de maldito en vida y fue emblema de la Movida madrileña. Precisamente esto último aumentó las reticencias. El bautismo de la Escuela Municipal de Música con su nombre marcó un hito y su casa de nacimiento con una placa, otro. Se han cumplido los tramos necesarios para que este hijo pródigo de la localidad haya llegado a ser Hijo Predilecto.