Heráclito: todo fluye, nada permanece

Cansado y esperanzado, a la par, está el “señor Jota” ahora que en nuestros pueblos y aldeas se vitorea a vírgenes y santas con un botellín en la mano, que la conciencia es bueno tenerla ramploncilla, así da menos resquemores y permite avanzadillas en la frontera de nuestras monótonas vidas, se turnen en nuestros oídos los integristas de la religión o sean quienes claman por la vida metafísica como honorables descendientes del mono. Entre sorbo y sorbo de fresquita cerveza y la piel colorá del sol achicharrante del mayo jaenero, se adentra el “señor Jota” en cómo ha saltado por los aires un principio elemental, hasta ahora insoslayable, la inviolabilidad de lo que viene de siempre, la predeterminación de aquello ungido por la historia y la dedocracia y se parte de risa porque ahora las cosas cambian a ritmo playero de bachata caribeña, sea el Brexit o el susanismo. Queriéndolo, que viene a ser lo contrario a la hipocresía del yo no quería pero me obligaron, se le van los pensamientos a sus tiempos de la clase de Filosofía en el BUP y en el COU, cuando había que echarle tiempo para descifrar a los pensadores griegos. “Todo fluye, todo cambia, todo nace y muere, nada permanece, todo se diluye”, decía y escribía Heráclito, y ese principio fundamental se sostenía en el mundo mundial, menos en Jaén, donde nunca pasaba nada, hasta que pasó de pronto y las nomenclaturas jaeneras se palpan la ropa porque la gente ha dejado de callarse, se moviliza y hasta da la cara, qué chulada más impropia de una tierra a la que siempre mandaron callar. Es por ello que el “señor Jota”, cansado de años y puñaladas, de señalarse en pos de una libertad que es de todos, nunca de unos pocos que deciden y machacan, ahora vive con mariposas en el estómago, esperanzado, apostilla, algo se mueve, algo deja de ser ‘lo de siempre’, se dice una y otra vez, algo está cambiando, se huele y se palpa en cada esquina que transita por la Jaén cainita y despechada. “Lo que tiene principio tiene fin, lo nacido muere y lo descompuesto se descompone”, había que aprenderse de carrerilla en clase y a resultas con Heráclito que algo se está descomponiendo del establishment oficial que todo lo tiene controlado y atado en beneficio de la divina democracia que solo pasa por la entrepierna de unos cuantos y sus malandrines de alrededor, que sin dar la cara, pero vaya daño que hacen a la humanidad y a sus propios jefes. “Todo es transitorio, insustancial y por lo tanto insatisfactorio. No hay nada fijo a que aferrarse”. No se cansará el “señor Jota” de dar las gracias a Heráclito por sus lecciones, nada será igual en Jaén, la vida de reyes que se pegan algunos con esto de ser fieles servidores de lo de siempre, ha llegado a su fin, si el Brexit ha triunfado, Trump gobierna Estados Unidos y Sánchez no está enterrado, hay otra vida posible para Jaén. ¡Albricias romeras!