Hay amores que matan

26 may 2016 / 17:00 H.

En cada rincón de nuestra ciudad hay una leyenda de tesoros, magia o amor y, como no iba a ser menos, en la plaza del Pósito. Trata de una pareja que estaba a punto de casarse. Por el mismo tiempo, venían los guerreros de las batallas contra los moros por la reconquista. El capitán de los Tercios de Flandes se fijó en esa joven ya prometida, diestro en palabras, la joven terminó abandonado a su prometido resignado y el capitán terminó casándose con la joven, que era de una familia que poseía una gran fortuna, que él supo ver desde el primer momento, y aprovecharse del amor que sentía la joven, engañándola y gastando su fortuna en desdenes. Hasta que una noche lo perdió todo, volviendo a por lo único que le quedaba a su esposa, las joyas familiares, que defendió hasta la muerte. Pronto corrió la voz y fue entonces cuando el novio despechado lo retó y lo mató durante una lucha en la Plaza del Pósito. Arrepentido de haber acabado con la vida de otro hombre, decidió tomar los hábitos. Cuentan que algunas noches de frío ven vagar a un fantasma que se para ante la cruz y reza arrepentido por haber matado a una persona y perdido a su amor. Ea.