¿Ha llegado la nueva política?

08 mar 2016 / 17:00 H.

Unos de los puntos que ha dejado claro el debate de investidura del socialista Pedro Sánchez es que el marco político español todavía no está cerrado. Todos los partidos se resisten en dar por buenos los resultados de las últimas elecciones y dedicar, por tanto, el máximo del esfuerzo para realizar pactos que posibiliten la constitución de un gobierno. Las intervenciones realizadas estaban más encaminadas a satisfacer a sus simpatizantes y, si era posible, quitarle o recuperar alguno a sus adversarios de ideologías cercanas, que en proponer medidas sociales y económicas, que de ser aceptadas, inclinen su voto hacia el pacto del candidato. Se asemejaban a un mitin–debate televisivo. Después de la guerra viene la paz, aquí, todavía, estamos en guerra. Ahora solo cabe esperar que las “coces dialécticas” que se han dado surtan su efecto, y el miedo a perder votos impere también en los que hasta hoy estaban seguros de que unas nuevas elecciones les favorecerían y prefieran llegar a un acuerdo que someterse a un nuevo plebiscito. Vamos a ver si este debate tiene un efecto positivo en los ciudadanos, revive la confianza en los políticos y empiezan a sentirse representados. Los próximos dos meses y sus formas de actuar serán fundamentales para ello. Esperemos que la tan nombrada nueva política se manifieste. Hasta ahora, a mi entender, lo único que se ha manifestado es que existen mas gallos en el gallinero, alguno con gran capacidad escénica y que el territorio de cada uno no esta claro. Habrá que dar tiempo para ver si es verdad que ha nacido un nuevo escenario. Si alguien ha ganado en este debate ha sido la figura de Pedro Sánchez, que ha aprovechado la suerte sobrevenida, por dejación de otro, para ser presidente por dos días. Su carisma de líder político, criticada, interesadamente, hasta por los suyos, se ha fortalecido y me parece que ya no está de paso, sino para quedarse. Ha dejado en silencio a aquellos que le culpaban, injustamente para no reconocer la propias responsabilidades, del descalabro electoral y da la sensación que puede ser parte de la solución y del futuro del Partido Socialista.