Golpe a golpe

31 oct 2018 / 12:35 H.

Los niños y niñas de otras comunidades autónomas ya han adquirido sus conocimientos dos años antes que los andaluces. Se sabe que los mayores de España son los que roban a los indepes catalanes. La clase política en su proceso de metamorfosis adaptando sus postulados a las conveniencias de las encuestas y vitoreadas por los hooligan de turno, hoy está a favor de apoyar presupuestos y mañana, como si de oportunistas se tratara, ponen en la balanza del chantaje aquello que no dudaron en cuestionar las normas y reglas que sustentan el orden establecido.

La amalgama de sucesos provoca un estruendo social, no sabemos si la escolarización tempranísima del alumnado de 0 a 3 años es lo mejor o no para el país, la enseñanza concertada mantiene unos criterios económicos infumables para las familias en la estatal, los productores de aceite se ven cuestionados por los distintos grados de clasificación del producto y por las dudas en la toma de decisiones sobre la comercialización de los caldos. Los trabajadores se debaten ante la actualización de su salario y la negativa de otras fuerzas políticas a reducirlos, se debate el derecho a morir y la oposición a su regulación, la nueva regulación del aborto, superada por legislación ya aprobada y desarrollada, los políticos presos y los presos políticos son instrumentos arrojados como armas letales a grupos políticos, instituciones y poderes del Estado. Suficiente todo para impregnar la sociedad de un estado emocional en el que principios clarificadores, empezando por hacer nuestros deberes de educación en valores, nos ayuden a superar lo que golpe a golpe oscurece la realidad. A la vez que el desencuentro siempre da cabida a nuevas propuestas e iniciativas, progresos en investigación, mejoras sociales, avances en sanidad y educación, atención a la dependencia, en las que un mundo mejor es posible. Bastaría con mirar el nivel de formación de los centenares de miles de jóvenes españoles que expanden sus conocimientos por el mundo.