Gol de España

15 jun 2016 / 17:00 H.

Parece que las dudas que generó el amistoso contra Georgia empiezan a desvanecerse un poco con la victoria ante la República Checa, en el debut español en la Copa de Europa de Francia. No es que podamos tirar cohetes, pero la Roja dominó intensamente, se apoyó, movió la pelota con propiedad y mayor velocidad y creó ocasiones de gol, aunque el balón se resistió a entrar en la meta checa. Es notorio que sigue faltando eficacia, acierto, para rentabilizar el mejor juego.

Pero la superioridad de los de Vicente del Bosque fue aplastante y mereció mejor suerte, un triunfo más claro. Fue en el minuto 87 de partido cuando llegó el único gol, el que propició el primer triunfo, un paso muy importante en una competición de estas características. Un gol importante, valioso, un gol de España, conseguido por Piqué. Y me alegró que fuese el defensa catalán quien acertase con la portería. Un tanto que Piqué celebró con alborozo, con alegría y orgullo.

Se piense lo que se quiera pensar, Pique defiende la camisola nacional con entrega y honestidad. Las diferencias entre clubes quedan al margen cuando se trata de la selección y Piqué viene demostrando que se siente identificado con ella. No me gusta que todavía existan aficionados que silben a Piqué cuando viste la elástica roja. Ha demostrado siempre que la siente y que da lo mejor de sí mismo para defenderla. Hay que ser justos y dejar lo político a un lado cuando hablamos de fútbol o cualquier otro deporte.

Hay que reflexionar y entender y reconocer los méritos de un jugador al margen de su vida privada o sus inclinaciones políticas. Piqué se merece un aplauso unánime.

Sé que esto no ha hecho nada más que empezar y que los héroes de un partido pueden convertirse en villanos en el siguiente. El fútbol es así. Piqué va siguiendo los pasos de Puyol, un catalán que quedará como ejemplo y símbolo de futbolista honrado y eficaz defendiendo la Roja. Y este es el interés que debe privar en este torneo; después, cada quien que defienda y aplauda a su equipo y pite y abuchee al adversario.

Pero la Roja es de todos y todos debemos dar nuestro apoyo y nuestro aliento a cada uno de los que la defiendan en los terrenos de juego. Y si la defienden con el ardor y la honestidad que lo viene haciendo Piqué, hay que reconocerlo y aplaudirlo.