Fuegos artificiales

Existe el año astronómico que finalizaremos el próximo 31 de diciembre y existe el año académico, coincidente con el político o parlamentario que ha comenzado con fuegos de artificio múltiple. Si se adjudica a los chinos el invento de los fuegos artificiales, con los que suelen terminar nuestras ferias locales, se podrían adjudicar a los medios de comunicación de masas, sobretodo televisión, el artificio constante al que nos quieren acostumbrar. Una obsesión informativa sobre tal o cual catástrofe, geológica, meteorológica, de tráfico aéreo, incluso política o deportiva... ¡pueden ser múltiples los motivos!

El objetivo es no perder audiencia, no perder clientela. Ello exige, desde mi punto de vista, que los oyentes o televidentes seamos pacientes y sepamos esperar una información periodística, escrita, calibrada y contrastada, pero... al día siguiente.
Es por lo que soy un recalcitrante lector de prensa
escrita y, ahora, considero que lo escrito queda escrito
y es una fuente para la Historia mucho más cercana y democrática que las imágenes y sonidos móviles de la radio y la televisión.