Fiesta con alma
En ocasiones hay que hacer ejercicio de un esfuerzo notable para ser respetuoso con todo el mundo, con todas las ideas, todos los gustos y todas las maneras de ejercer la libertad. No es fácil, sobre todo, cuando quienes quieren hacer prevalecer su libertad arrollan la libertad de los demás. Expresar un sentimiento con orden, educación y moderadamente es muy lícito y respetable, aunque rara vez los colectivos emplean la cordura y las buenas maneras para protestar, sobre todo los políticos. Que haya personas a las que no les gusta la fiesta de toros es muy respetable. Y pueden gritarlo a los cuatro vientos sin atropellar ni herir susceptibilidades ajenas.
Paso ya de muchas polémicas —de casi todas— y soy capaz de vivir sin fútbol, sin cine, sin toros y sin lo que sea. Lo que no puedo pasar es de elogiar a un hombre que ya lleva muchos años colaborando desinteresadamente con los necesitados, en este caso los enfermos de cáncer.
Este hombre es Enrique Ponce, quien ofrece su ejemplo de generosidad y solidaridad jugándose la vida ante un toro ante el que intentará, como siempre, dar su lección de toreo puro. El maestro de Chivas, tan enraizado en nuestra provincia, lleva ya 15 años organizando el Festival Taurino a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer y, el próximo sábado, se celebrará ya la 16 edición de un evento que ha entrado en la mejor tradición de la solidaridad humana. Ponce corre con toda la organización y siempre encuentra la generosa colaboración de compañeros que se prestan desinteresadamente a hacer el paseíllo en la Plaza de Toros de Jaén. Y es que en la fiesta taurina hay también alma y amor al prójimo.
Todo está a punto para que suenen clarines y timbales y sobre el albero del coso de La Alameda desfile la terna que este año se prestó a dar su valor y su arte a beneficio de los afectados por el cáncer. El rejoneador Diego Ventura y los toreros Enrique Ponce, Javier Conde, Daniel Luque, Juan Carlos Venegas, Andrés Roca Rey y un alumno de la Escuela Taurina de Jaén, que tendrá su oportunidad, arrancarán el aplauso desde el corazón de un público jiennense agradecido por el gesto solidario y por el lucido espectáculo que, sin duda, ofrecerán con su arte. Y, por encima de todo, lo que el sábado debe prevalecer es el triunfo de la solidaridad humana.