Fenómeno fan

Aunque siempre nos hemos visto aturdidos por este fenómeno, es cierto que, con la llegada de las redes sociales, las nuevas tecnologías y ese avance descontrolado de éstas, el fenómeno fan parece ser una moda que se instala en nuestra sociedad de manera permanente, pues siempre hay a quién seguir en términos “twitterianos”. Muchas veces no hay límites para frenar la velocidad que lleva todo este movimiento e, incluso, no hay conciencia real de lo que supone todo lo que conlleva enfrentarse a él, en una sociedad en la que se ha perdido la magia y la inocencia de descubrir lo inalcanzable y de alcanzarlo, por ende. ¿Qué sería de Machado si nos comunicáramos con él a través de las publicaciones de su red social? ¿Tendría el mismo valor para nosotros? O a medida que lo inalcanzable se acerca a nosotros, ¿pierde valor por ello? Este es un tema que seguramente comparten bastantes personas y, cierto es que, aunque se tenga más oportunidad de conocer a nuestras “personas favoritas”, se ha desmitificado su valor. Sea como sea, el fenómeno fan siempre está ahí. Da igual el espacio y el tiempo. Aunque en palabras de Unamuno, el cielo de la fama no es muy grande, sí que lo es el cielo del fenómeno fan.