Felipito Tacatún

29 sep 2016 / 17:30 H.

Afinales de la década de los años 70 se hizo popular en España un atolondrado personaje televisivo llamado Felipito Tacatún, interpretado por el comediante argentino Joe Rígoli. La más repetida de sus frases era la de “yo sigo”, que se hizo famosa en todo el país. Parece que al mencionado actor, que llegó a tener cierta notoriedad, el yo sigo no le fue muy bien y, quizás por querer seguir con los vientos en contra, falleció el pasado año en su país solo y arruinado.

Y es que yo también soy de los convencidos de que en la vida hay que saber cuándo hay que dar un paso atrás y decir basta. Avanzar obsesionado, sin rumbo, no es aconsejable para nadie. Ni siquiera para Pedro Sánchez. El líder del PSOE está sacando de quicio a propios y extraños con su empecinamiento. No quiere ver, se niega a ver, que no tiene la más leve posibilidad de conseguir su sueño imposible de llegar a ser presidente del Gobierno español. Al menos, en estos momentos. Felipito Tacatún era un personaje de ficción, despistado, tontorrón, que hacía reír con sus simplezas. Pedro Sánchez es un personaje real que está cayendo en un ridículo que ya resulta no solo insoportable, sino que es nocivo para la salud de España y para la de su propio partido. Nunca el Partido Socialista hizo tanto ridículo en las urnas que bajo la dirección de este líder iluminado que no piensa más que en él sin que los problemas nacionales le importen un comino. Su obsesión se llama Rajoy, cuya rivalidad política él la ha convertido en una lucha individual que, a juzgar por los hechos, le ha hecho perder la perspectiva de la realidad. Cada día se alzan más voces dentro de su partido que critican su desvarío y su decisión de no dimitir, de practicar un yo sigo que no produce risas sino dolor, porque está ocasionando graves problemas a todos los españoles. Todo esto seguirá así hasta que Susana Díaz diga que ya basta y se decida a dar un paso adelante. La presidenta de Andalucía tiene mucho mejor expediente que Sánchez y seguro que, si se decide, contará con más apoyos que él en su partido. Tras el ridículo cosechado en Galicia e incluso en el País Vasco, Pedro Sánchez ha batido el récord de derrotas y alguien puede encender la llama que haga explotar la paciencia socialista y este líder tozudo pase a formar parte de la peor historia del PSOE.