Ese todo que nubla la esencia

Hemos entrado en una dinámica, quizá imbuidos por la velocidad, donde el todo termina por anular y ensombrecer sus componentes esenciales. Esto se nota mucho al recorrer esta gran provincia. Si me adentro en el este, territorio del espacio natural, constato como decenas de diseminados y pequeños núcleos pasan inadvertidos tras el cartel de Cazorla, Segura y las Villas. Poblaciones como La Iruela, entrada y puerta natural del Parque, o las decenas de aldeas que solo suenan cuando ocurre algo, pasan inadvertidas al ideario colectivo. Y lo curioso es que el todo, el Parque, nada sería sin esa riqueza geográfica y demográfica. Otro tanto ocurre en la Sierra Sur, donde Alcalá y Alcaudete ensombrecen todo un mapa estructurado de aldeas que dan a esa zona de Jaén un plus añadido de riqueza etnográfica única. Tiempos acelerados donde el todo, ese todo a veces utilizado interesadamente y otras por usos políticos, oculta la esencia, el cimiento real que lo hace posible. Si algo tiene este Jaén es una estructura cimentada en mil pequeñas piezas, no las ninguneemos.