Entre jugar a todo y jugar al dictado

18 dic 2016 / 11:14 H.

Mariano José de Larra, el más grande articulista español, “al ver que no podía integrarse en una España sin progreso”, se pegó un tiro a los 28 años. Eran otros tiempos, era otra España, debiera ser la misma Prensa que da cobijo a toda idea, venga del rincón que venga, vomite cada quien lo que su libertad considere (eso sí, desde el respeto a los demás; parece fácil, pero somos cainitas por naturaleza), y tanto admira el “señor Jota” a Larra que tiene grabado a fuego una de sus frases malditas: “El corazón necesita creer en algo y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer”. Ahora todo suena a color de rosa, hasta que hemos sido nosotros quienes hemos descubierto la libertad de expresión, cuando sin gente como Larra solo seríamos ilustrados mentecatos tirando a bobalicones.

Hay quienes juegan a todo y hay quienes juegan al dictado. Luego están, mayoría inmensa, que solo juegan a sobrevivir y que de lecciones de moralidad y grandilocuencia verborreica no tienen nada, absolutamente nada, lo dejan para los avaros de poder decir qué son y qué representan, meapilas y ejemplarizantes gorgoritos del peloteo, más bien del bochornoso pasteleo, en el que ocupar su tiempo que de su trabajo apenas se conoce algo más que su inclinación al ‘chupopterismo’. Acaba el año el “señor Jota” envalentonado porque llueve y hay alegría a su alrededor y con dos convencimientos, el más primario, que la Lotería tampoco será su fuerte en 2016 y luego está el otro trascendente considerando, que a estas alturas de la vida, ya lo repite cansino, no tiene que cumplir con nadie, si acaso, con regar de vez en cuando el aloe vera de su maceta. “No sé quién ha dicho que el gran talento no consiste precisamente en saber lo que se ha de decir, sino en lo que se ha de callar”, otra gran frase de Larra, que a Jaén y a la Jaén que baila constantemente en “El Gatopardo” de Visconti (que cambie todo, para que no cambie nada) tan anillo al dedo le viene. Si alguien se enfada, nada más lejos de su intención, que lo que más quisiera en el mundo el “señor Jota” es que esto explotase de una vez, por Dios y por la Virgen, se atreve a decir pidiendo perdón a todas las creencias, porque peor imposible lo de esta tierra, que hasta hemos sido testigos en Jaén de una manifestación prohospitales en Granada, cuando es de sentido común, siempre fue así, a más dinero para Granada (o para Córdoba o para Málaga) menos dinero para Jaén; lerdo el que lo esconda. Decía Aristóteles que “cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo, pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”, así que quede constancia que el “señor Jota” no está enfadado con el mundo, solo con los mangantes y sus voceros.