Entre feriantes y santos

08 oct 2016 / 11:47 H.

Empieza la feria en la metrópoli jiennense, la oficial. Once días sin referéndum. El cachondeo del resto del año en la ciudad es preferia. Alegre paseará por el recinto el concejal de Personal del Ayuntamiento de Jaén, Miguel Contreras, al que se le podría haber atragantado el pinchito por el caso “Permuta”, pero, a tenor del carpetazo judicial en primera instancia no habrá sales de fruta para digerir el entuerto. Fino, fino La Ina. La juez más “mediática” del momento, Carmen Ballesteros —en sus manos también la operación Paraíso— no ve indicio alguno de delito en una permuta de terrenos con un empresario, que, al menos, los legos en burocracia municipal y de Derecho podríamos calificar de excepcional. El Ministerio Público entendía que se podría tratar de una “compra encubierta” que beneficiaría, en última instancia, al propietario del local. Nones. La magistrada sentencia que en dicha operación no hubo perjuicio económico para el Ayuntamiento y que los bienes tenían valores equiparables. En el otro código romano, aquí paz y después gloria... Mientras el PSOE se piensa recurrir o no, la indecisión es contagiosa, Fernández de Moya —que con ceño fruncido y amenaza casi de plaga bíblica dijo ante la opinión pública que el concejal en cuestión sabía lo que tenía que hacer— se destensa, coge la opción B y, pasado el trance, saca pecho por el que fuera mano derecha de su equipo. “Ora pro nobis”.

Esta buena noticia “popular” choca, y de qué manera, con la vergonzante petición del partido de pedir la nulidad completa del proceso por la trama “Gürtel” en alemán, Correa en castellano. Indefensión, contaminación de pruebas, instrucción fallida y escuchas ilegales (Baltasar Garzón, otra vez, en clave nacional), argucias judiciales para evitar desentrañar uno de los mayores casos de corrupción en esa España en “black y negro”. Lo vemos todo en negro, se equivocó Barricada, se equivocó. Hay mucha filmografía de como se escapan los mafiosos del peso de la justicia, pero no le convendría al partido pasar página de esta manera, un “final feliz” tan poco decoroso. El gallego Núñez Feijóo lo dice claro en sus dos lenguas maternas, nada como ganar elecciones con mayoría absoluta para ver la vida en tecnicolor y poder hablar sin los encorsetamientos propios de los partidos. Esos que te dicen qué debes decir, qué compartirás en redes, con quién te harás o no una fotografía... es un decir. Él quiere un juicio de principio a fin, por salud de un edificio, como el de Génova, aquejado de aluminosis corrupta y por aquello de si la era se queda despejada, mejor. Otro delfín.

En la ciudad de Jaén también somos “echaos palante”, rumbosos si se quiere. Solo así se puede entender que seamos la única capital de Andalucía que no hayamos optado a los fondos europeos de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Cuchi, no, DUSI). En un Ayuntamiento que invoca a Nostradamus para poder pagar nóminas —es noticia que las pague en tiempo y forma— resulta extraño que desprecie un dinero con aplicación inmediata en la ciudad. Alcalde, Javier Márquez, manifiéstate. Una ayuda máxima de 18 millones de euros, un 80% financiado por Europa. No sabemos ya, en función de las difusas explicaciones, si es que no interesaba esta subvención para la ciudad o no se podía hacer tan rápido el papeleo como en otras capitales andaluzas. Como los malos estudiantes, quizás en una segunda convocatoria tengamos más suerte, pero después ya de la feria y con un poco de Red Bull que da alas. Si en febrero, en el Ayuntamiento, la documentación estaba en la fase de estudio y, en última instancia, tenían pensado coordinarlo con el resto de agentes sociales... pues eso, el tiempo que se echa encima. Cuando no es por falta de dinero, lo es por falta de consenso, o las dos cosas, pero cuesta coger ritmo. Hasta San Antón no se decide si calzarse las zapatillas en sábado o irse a por la bota de vino en las lumbres como manda la tradición. En San Lucas o San Antón intentaremos llegar a casa antes de que el sol nos diga que es de día. Salud.