Ensillar antes de cabalgar

El Gobierno aprobó el pasado 28 de diciembre mediante Real Decreto Ley un paquete de medidas en materia social, laboral y de empleo, entre ellas la de incluir en el sistema de la Seguridad Social al alumnado universitario de las titulaciones oficiales de Grado y Máster y al alumnado de formación profesional de Grado Medio y Superior, que realicen prácticas sean o no remuneradas, en empresas o instituciones. Parecía una inocentada, pues los obligados por ella estaban fuera de juego. Su aplicación a las prácticas curriculares incluidas en los planes de estudio y realizadas en los centros de trabajo, podría tener un efecto contraproducente, decayendo la disponibilidad de las empresas e instituciones para acoger alumnado, a no ser que los centros educativos asuman su afiliación, pudiendo incrementarse la cuantía de las matrículas y que el propio alumnado termine costeando su cotización. No sé si esta medida logrará sus pretensiones recaudatorias o si reducirá la tasa de paro juvenil. Lo que sí queda claro es que se ha tomado precipitadamente y, lo más importante, sin sentarse a dialogar con los obligados sobre su viabilidad. Como dice el refranero, hay que ensillar antes de cabalgar.