Las purgas de Caín

24 mar 2019 / 11:01 H.

Lo que estamos viendo estos días con la creación de las listas electorales no es nuevo, se llama cainismo, la actitud de la búsqueda de una venganza sobre el elegido con anterioridad, el intento burdo, salvaje y violento de renovar algo obviando lo anterior. Claro que no es nuevo, ni acaso las justificaciones lo sean, lo que es sorprendente es que todos los partidos lo estén haciendo en función de una situación que sí es nueva: La posibilidad de argumentar la caída de un modelo político basado en amplias mayorías y donde el espectáculo ha tomado la mano de la política. Vox y Ciudadanos aliándose con lo peor del pasado, sin proyecto, sin ideas, sin relato, solo fuerza violenta y masculina. Los socialistas de Sánchez y el PP de Casado dando patadas a todo lo que se mueve, especialmente a lo que suene a pasado, aunque sea de hace cinco semanas. Y la izquierda reclamando a sus líderes que todo aquel que no esté con ellos de manera ciega tiene que irse. El cainismo de los partidos es la constante revancha, la venganza, la falta de dialogo, de ideas, de memoria y de futuro. Total, que podemos creer que las purgas son de siempre y que no hay nada que objetar, que es renovarse o morir, pero se olvidan de un detalle, lo que nos jugamos no es una lista o su posibilidad de futuro, sino la propia idea de la democracia.