Funcionarios quemados

16 jul 2017 / 11:09 H.

Renovar el DNI o sacarse el pasaporte se ha convertido en este país en una heroicidad: te dan cita con meses y si quieres acudir a las oficinas solo te cogen si estás en una cola indignante. Cuando consigues ponerte delante del funcionario, es fácil que el tipo te trate mal y no le pongas una cara de que es vergonzoso lo que allí ocurre, porque entonces te dice que como funcionario hace más de que lo que debe. En mi caso voy de buen rollo (el-buen-rollismo-giennense) y es casi peor, porque el tipo me cuenta su penosa vida. Vivimos atrapados todos en una sociedad donde lo normativo, lo formal y lo administrativo están por encima de cualquier cosa y el intermediario es gente que vive quemada. Desde que Larra escribiera lo de “vuelva usted mañana” ha llovido mucho. El funcionario ya no te diría que regreses otro día; hoy los funcionarios, y yo soy uno más de ellos, viven preocupados de unas condiciones laborales de constante abuso y desprotección, de trabajos mal pagados, con vigilancias enormes y, lo peor, amenazados por el discurso de la privatización. Poco falta para que la gestión del DNI pase a manos de una empresa de Florentino o a un fondo de inversión iraní. Más simpáticos sí que serán, seguro.