El término abintestado

    14 dic 2023 / 09:58 H.
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    Este término jurídico define la escabrosa situación del reparto de una herencia, si la hubiese, entre los herederos o parientes más allegados de quien fallece sin testar. Las herencias son armas afiladas que destrozan en canal, de cabo a rabo, cualquier familia; incluidos en la trapisonda por supuesto a los “consejeros” políticos (cuñados, cuñadas) que usurpan el trono de opinantes y cizañadores más que el lugar de observadores, que es el que les corresponde. Libertad de opinión para los aludidos, pero es la verdad. Familias rotas por el poderoso poder del dinero, transformador de la “gota de sangre” en líquido sin más. Porque, cómo se podría catalogar que un hijo/a solicite a un padre o una madre la “legítima” y que esa madre o ese padre tenga que vender sus pertenencias y verse en la calle para suplir las exigencias del legítimo/a por ser heredero/a de esa gota de sangre. La depredación humana no tiene límites. Hay quien piensa que una herencia abre la veda, incluso en la del timo de usurpación de identidad consanguínea alcanzando el fraude y visitando la cárcel. El dinero tiene un olor peculiar, único, cuidado con su imprimación porque hasta en un abintestato el Estado tiene su “legítima”.

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