El silencio roto

El silencio es el estado en el que no hay ningún ruido o no se oye ninguna voz. En estos días en todos los pueblos y ciudades se puede apreciar este mutismo. Nos hemos visto obligados al cese de todo tipo de actividades laborales y sociales. Son jornadas de sufrimiento por el gran número de pacientes contagiados, ingresados y fallecidos que han puesto en jaque a todo el planeta, obligando a paralizarlo casi todo. Incluso está despojando a los fallecidos de su dignidad y agravando el dolor de los que viven. “Esta pandemia mata dos veces”, dice Andrea Cerato, trabajador en Milán. “Primero te aísla de tus seres queridos justo antes de morir. Después no permite que nadie tenga un cierre emocional”. Nos cuidan médicos, enfermeras, celadores, administrativos, limpiadoras, así como policías, guardias civiles, cajeros de supermercado, gasolineras, alimentación, repartidores, etcétera. Todos son héroes, pero quiero destacar a los que están en primera línea con los que sufren y velan por la salud y seguridad de todos. Por ellos a las 20:00 horas, todos los días, desde nuestras casas “rompemos ese silencio” por su valor.