El santo Job, Hacienda y Jaén

Pasan los días, las semanas, victorias, empates y más derrotas y el Real Jaén cada vez más al borde del abismo >> Dicen que tres grupos quieren hacerse cargo del club, seguramente para hacer negocio, pero ¿y la paciencia de Hacienda?>> Recemos

19 feb 2017 / 11:41 H.

Cada cosa tiene su cosa, reza un dicho popular que viene a definir que nada es comparable a nada, vayamos a querer ser cualquiera de nosotros, mortales anónimos pero bien fichados por Hacienda, los que pidamos algún día tanta indulgencia como la que se le está ofreciendo en bandeja al Real Jaén. Acuciado por las deudas con el fisco y la Seguridad Social, con los futbolistas sin cobrar y los dirigentes que ni estaban ni están, al equipo santo y seña de esta tierra lo van a enterrar en vida deportiva y se nos cae, para empezar el Real, que ya no se conceden semejantes títulos, porque no es costumbre, porque nadie suele pedirlo ahora que la monarquía está siendo puesta en el punto de mira por su sangre no azul, obvio. Quizá pase con el Real Jaén como con las ayudas a los olivos, que todos estamos convencidos de que “algo se inventarán” si las quitan. Los peloteros que amamos el fútbol y pensamos que el escudo es propiedad de todos, no de una sociedad anónima, enfilamos el Carnaval disfrazados y a cara cubierta, entre lamento por lo que pudo ser y no fue (no hay más que mirar al Alavés en la final de la Copa del Rey cuando solo teníamos que ganarles en nuestro campo para hundirlos en la Segunda B) y la alegría contenida porque para que todo resurja de las cenizas tiene que haber fuego y se consuman todos los malos espíritus. De aquellas brasas, estos rescoldos tan indeseables y la pira deportiva a este nuestro Real Jaén le viene que ni pintada para deshacerse de tanto personaje, personajillo, personajete, que diría José María García. Traducido al refranero popular, no hay mal que por bien no venga y en ellas estamos, que muchos pretendientes pero ninguno parece tener el euro (uno solo) que pide Inaltia, la propietaria legítima de la mayoría de las acciones del Real Jaén, por decisión de un juzgado. Cuando tantos cuentos deportivos acaban en Primera, (Leganés, Éibar, antes el Recre, e incluso el Villarreal) qué tristeza que no podamos seguir soñando con acompañar al equipo de nuestros amores al “Santiago Bernabéu”, aunque sea para que nos metan media docena.