El placer de comprar libros

24 oct 2018 / 11:35 H.

Acabamos de terminar la feria de Jaén capital y, a buen seguro, muchos serán los comentarios de que tantos días de feria conllevan un gasto importante en nuestros bolsillos. Acabo de leer un reportaje en Diario JAÉN, de la edición de pasado domingo, en el que se indica que 57 son los euros que los hogares jiennenses gastamos, por término medio, en la compra de obras literarias, tan solo por delante de Ourense (49) y Lugo (54). Es decir, somos la tercera ciudad española con menor inversión en libros. Cuando de divertirse se trata, nos gastamos el dinero más alegre y decididamente que cuando de adquirir libros se nos propone. Así somos y así nos va. No digo yo que tenga que ser al revés, pero sí pienso que gastarse tan solo 57 euros al año por familia en comprar libros es una cantidad ridícula pensando en todos los beneficios que nos aporta la lectura de un buen libro y que sería largo de enumerar. Es verdad que muchos lectores no compran lo que leen, bien porque reciben libros prestados de amigos o conocidos, bien porque fomentan el buen hábito de acudir a las bibliotecas y allí toman en préstamo los ejemplares que disfrutan en casa y después devuelven. Pero también es verdad que nos quejamos de que los precios de los libros son caros y por ello nos lo pensamos dos veces antes de comprar. Quejas que a la hora de tomarnos unas cervezas, o una comida, no son tan elocuentes. Cada uno es libre de gastarse el dinero en lo que quiera y le plazca; y desde mi libertad quiero hoy animar a que nos gastemos más dinero en comprar libros, según las posibilidades y circunstancias de cada uno. Es ésta una inversión de por vida que no solo sirve para decorar nuestras casas, sino que cultiva nuestras mentes y almas, engrandece los hogares y la podemos compartir con otros lectores. Una inversión que nos permite crecer en sabiduría y espíritu crítico, capaz de conectarnos con los demás y con nuestro interior; una inversión que nuestro cerebro siempre agradecerá. Por ello invito a que nos gastemos unos eurillos más en la compra de libros; el beneficio y la diversión están garantizados.