El juego de la silla

23 ene 2017 / 11:14 H.

Esta semana será crucial para los concejales que tienen asiento reservado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Jaén. El viernes hay convocada una sesión plenaria en la que los ediles tendrán la oportunidad de convertirse en niños por un día para ser protagonistas del popular juego de la silla. Javier Márquez, obligado a poner las reglas sobre la mesa, no tiene muy claro todavía si alentar a los potenciales jugadores a escenificar algo tan divertido como temible. Hay tantos asuntos importantes en el orden del día, que será difícil que quede carrete para poner el foco en la salsa rosa de la política. Lo que está claro es que juego habrá. Se desconoce si será el de la silla, el del escondite o el de la carrera de burros. Tiempo al tiempo. Apenas faltan unos días para salir de dudas.

Los concejales no adscritos serán, una vez más, las estrellas de la “película”. Será por desviar la atención, será por llamarla, será por dar el cante o, simplemente, porque todo vale en política. El caso es que Iván Martínez y Víctor Santiago se sienten tan incómodos sentados al lado de Salud Anguita, con quien compartieron mesa y mantel hasta hace apenas unos días, que se vieron obligados a solicitar por escrito un cambio de escaño antes de que la sangre llegue al río. Los desencuentros en esto de lo público son como los matrimoniales. Reza el dicho que del amor al odio hay solo un paso. He aquí el ejemplo. El alcalde no está ni para pasiones ni para rencores. Con lo que le aprietan los zapatos tiene bastante. Imposible perder el tiempo en juegos y malabares con aires de farándula. Ellos, erre que erre y ella, a lo suyo. Salud Anguita, que guardaba el as de la manga de una denuncia por un comprometedor audio, se limita a decir: “Que se dediquen a trabajar, no para buscar su porvenir, sino para los jiennenses que los votaron en las urnas”. No deja títere con cabeza: “El sillón que tienen me lo deben a mí, porque lo mismo que los elegí a ellos para acompañarme en la candidatura de Ciudadanos a la Alcaldía, podría haber elegido a otros”. En definitiva, Iván Martínez y Víctor Santiago no quieren sentarse a su lado y ella, después de tres plenos de enemistad extrema, cree que la prueba está superada.

Quedan muchos capítulos por escribir en la historia inacabada de los concejales no adscritos. Su búsqueda constante por un hueco con luz en el “brillante” panorama de la política municipal da para rendir culto a la pluma. La última novedad también se escenificará en el pleno de este viernes. La reorganización de áreas, motivada en el salto de Francisca Molina a la Subdelegación del Gobierno, conlleva una propuesta firme a uno de los ediles en ciernes, Iván Martínez, a quien el equipo de Gobierno le brinda el guiño de convertirse en vicepresidente de la Sociedad Municipal de la Vivienda, el segundo de a bordo de Miguel Contreras. Sin remuneración ni competencias para la firma de documentos, difícil pensar en un acuerdo encubierto para la tranquilidad de los gobernantes a la hora de aprobar los presupuestos. ¿Cuál será la prioridad?