El doctor

08 dic 2016 / 11:22 H.

Es más que evidente que el equipo del Real Jaén está afectado de debilidades, falta de coordinación y otros síntomas que, a veces, parecen rayar en una inapetencia que causa la falta de intensidad. Este equipo está “enfermo” y lo curioso es que el origen de sus males se conoce, pero faltan recursos para poder poner en práctica los antídotos, los fármacos que puedan recuperarlo.

La mayoría de las voces claman recomendando el cambio de entrenador. Y que nadie dude de que Ramón Tejada es la fuente principal que causó esta situación, pero fue más virulenta su gestión como director deportivo que como entrenador. A la hora de confeccionar la plantilla fue cuando produjo la debilidad del equipo. Después, como entrenador, solo ha logrado intentar poner parches calientes que se le enfriaban antes de aplicarlos. Se quiere cambiar de entrenador e incluso se han barajado varios nombres como posibles sustitutos de Tejada. El que ha sonado con mayor insistencia ha sido Pablo Alfaro, que fuera destacado jugador del Sevilla y Zaragoza, y que, miren por dónde, es médico. Parece a propósito para el caso del Real Jaén.

Es verdad que si Alfaro sabe imbuir a los jugadores que dirige su temperamento de impetuoso luchador, que tantos problemas le causó en sanciones federativas, algo mejoraría este conjunto blanco. Pero un doctor parece poco para este caso, que no se trata de un simple resfriado o un reuma inoportuno. El problema del Real Jaén es que necesita, sin remisión, de trasplantes, bastantes trasplantes, para reemplazar los “órganos” que no responden adecuadamente. Y esa no es tarea de un simple doctor. El nuevo entrenador debería ser cirujano, pero un cirujano que tenga a disposición lo que necesita.

Precisamente eso es lo que preocupa. ¿Quién va a proporcionar esa ayuda? La situación institucional del club blanco no se aclara. La fecha clave para poder efectuar esas operaciones indispensables se acerca y no se intuye que pueda cambiar nada en el seno rector del club. Hasta ahora es encomiable que Sergio Hitos esté pagando las nóminas puntualmente. Pero, siendo una buena medicina, no es suficiente para poner luz en el futuro del Real Jaén y ni tan siquiera en el presente. Es posible que la solución esté cerca, aunque de ello nada sepa una afición que, pese a los desengaños, continúa yendo a visitar al enfermo.