El día después

23 abr 2017 / 11:18 H.

Cuando estaba reunido el cónclave de Ferraz alguien con vocación de titulares resumió: “No molesten, nos estamos suicidando”. El tercero en discordia —López— parece un verso suelto. La guerra está servida entre la faraona andaluza y el perdedor de dos elecciones, entre la señora de la sonrisa y el abrazo al marujeo y el que lo mismo pacta con C’s, que dice estar arrepentido de no haberse encamado con el amigo de Maduro. De programas, definiciones ideológicas, unión, refundación y visión de la España necesaria no se habla. El poder es lo que les importa y saber si se cerrarán heridas o se abrirán. Dice Sánchez que quiere un partido siglo XXI pero él parece querer revivir el caballerismo del XX entregándose a la izquierda radical. A lo que condujo fue a un ensayo de República que sus propios miembros vaciaron de contenido. Pero en la mente de todos debería estar la necesidad de un partido fuerte que frene por una parte los populismos que quieren asaltar la calle y por otra a una derecha convertida en una ciénaga de corrupción. Por eso el día después será el que nos diga si se inmolan en su propia hoguera o vuelven a ser la referencia del centro izquierda que el país necesita.