El cuarto poder en Jaén

08 abr 2016 / 09:15 H.

Hace ya mucho que el irlandés Burke acuñara, a finales del siglo XVIII, la expresión cuarto poder para referirse a la importancia de la información, que se significó después en el ingente valor que adquirió la prensa en los siglos siguientes, no limitándose a transmitir información sino a generar corrientes de pensamiento de influencia decisiva en ámbitos de poder. Actualmente, aunque compartido con otros medios de comunicación y la global internet, ese poder sigue vigente. De una forma mucho más modesta, sin tantas pretensiones, Diario JAÉN lleva haciendo su labor en nuestra provincia toda una vida de persona. Una labor ajustada a los avatares de cada momento histórico en los setenta y cinco años que acaba de cumplir. Empezó siendo herramienta propagandística del poder usurpado al pueblo pero supo reconvertirse en los inciertos años setenta para ser el periódico plural que actualmente es. En un tiempo en que la televisión era un proyecto o cosa de privilegiados y a la radio se le iba la onda, el Diario JAÉN fue el único medio de información próximo y de consulta obligada en los pueblos, al ser cadena de transmisión para la Administración. Hoy en día, es un medio libre al servicio de los jiennenses que nos acerca a la actualidad más relevante de nuestro entorno, a nuestra cultura y a la opinión diversa y plural de la gente de Jaén, sin perder de vista los dos grandes objetivos que, tanto de forma expresa como tácita con sus escritos, su director viene recalcando: formar e informar. Porque un medio tan arraigado y comprometido con la provincia, no se puede quedar en una información aséptica sino que tiene que ir más allá, generando corrientes de opinión, buscando remover las conciencias hacia una sociedad jiennense más crítica y exigente consigo misma y con cualquier otro agente social que suponga un lastre para salir del pozo de la conformidad y de la subvención. Otra cosa será que se consiga llegar a aquellas personas más necesitadas de esa formación y que acabemos creyendo en nuestras posibilidades. Pero en esas pretensiones sí que estaremos.