El camino
de los lunes

05 dic 2018 / 11:16 H.

Hoy es lunes, hoy llevo una definición del amor al taller literario. Mis orejas van con auriculares, oigo música y paso a un poema de Bukowski, “¿Así que quieres ser escritor?”. Espero en el paso de cebra y solo pasan coches. Paso por una panadería que se llama “A falta de pan...”. Cruzo un pasaje que acabo de descubrir y hay siete palomas en el suelo. Detrás de una puerta enrejada veo a un señor mayor que les da migas, aparta su mirada. Yo también envejezco, me gustaría haberle dicho, y sonrío al salir de ese atajo inventado. Son las cinco de la tarde, me cruzo con niños que vuelven de actividades. Paso por escaparates de restaurantes, aún con sobremesas. ¿De qué se habrán reído? Paso por delante de una iglesia, su puerta pequeña está abierta, vacía de misas, que se llenará de ese grupo de turistas extranjeros que esperan. ¿Franceses? Paso por delante del escalón donde di mi primer beso. Voy con prisa. Otro día me sentaré. Lloro. Bukowski sigue con su poema: “Si estás intentando escribir como cualquier otro ¡olvídalo!”, dice. En el taller un compañero me dice que no defina el amor, una compañera me dice que el amor es desear que no muera el cuerpo de una persona. Sigo, sin definirlo a mi modo, ¡qué difícil! Lo intentaré la semana que viene.