El breve tiempo
del reloj

25 nov 2018 / 12:09 H.

Para saber el valor de la vida es imprescindible sentir el cruel dolor que causa perder a un ser querido. La vida, única pertenencia humana, es breve, escapa entre los dedos, se escurre cual líquido al que no podemos retener entre nuestras manos. Por eso cuesta tanto entender el tiempo perdido en cosas vanas, asuntos sin demasiada importancia. Si tomásemos conciencia de lo que vale el escaso tiempo que tenemos, seríamos más felices. No hace mucho, releyendo la “Divina Comedia” de Dante, llegué a pensar cuán equivocada está la humanidad. Todo es simple, sencillo, por mucho que tendamos a enredarnos. Nos hundimos en viajes por cavernas y laberintos que inexorablemente conducen al último escalón, ese del que no hay retorno, ese que nos conduce al mero recuerdo de quienes nos quisieron. Quizá ayudase escuchar a Virgilio y Beatriz en sus conversaciones con Dante por el tránsito, el único que existe, el del tiempo vivido. Ser felices debiera ser la única condición que exigir al camino, no es tan difícil ni complicado. El tiempo fue el regalo, no lo desaprovechemos, es breve.