El arte llora
El arte español está de luto. En tres días, tres importantes artistas nos han dejado. Dos de ellos gozando de plena actualidad y otro ya algo perdido en la memoria de la cinematografía, pero siempre recordado por los aficionados que gustan de paladear las buenas interpretaciones de los actores por más liviano que sea su papel. Es el caso de Paco Algora, actor de reparto, que intervino en numerosas películas con gran profesionalidad, lo que le hizo ser premiado con un Goya al mejor actor de reparto, aunque cuando alcanzó mayor popularidad fue en sus apariciones en la serie televisiva “Curro Jiménez”. Paco Algora falleció el pasado 30 de marzo, a los 67 años, en Puerto Real (Cádiz). Más recientemente, murió el cantante y compositor Manolo Tena, a los 64 años, precisamente cuando acababa de concluir su participación en el programa “A mi manera”, con el que parecía haber superado los graves problemas de salud que le aquejaron en los últimos años. Manolo Tena también estaba en posesión de un Goya que premiaba la música más original.
Dos pérdidas muy sensibles para el arte español, aunque se trataba de dos artistas que ya no estaban en la plenitud de su fama. El mismo día que Manolo Tena fallecía, en Almería moría la actriz Chus Lampreave, esta sí en plena actividad pese a su edad, 85 años, ya que su última aparición en la pantalla grande fue en la quinta entrega de “Torrente”. Chus era sin duda la más querida y admirada de las actrices cómicas de los últimos años. Yo diría que tras la desaparición de las actrices características Julia Caba Alba, Aurora Redondo, Matilde y Guadalupe Muñoz Sampedro, Isabel Garcés y Rafaela Aparicio, era la más genuina y quizás última representante de ese género interpretativo tan a la española. La vida de Chus Lampreave está llena de anécdotas simpáticas y humanas. Siempre reconoció que nunca pensó en ser actriz y que la fama no le hacía cambiar su vida íntima, siempre junto a su esposo y sus hijos. Su filmografía es muy amplia, destacando las películas que hizo con Almodóvar —pese a que se negó a intervenir en las dos primeras— y con otros acreditados directores, como Fernando Colomo, Berlanga, Trueba, etcétera. Chus Lampreave también consiguió el Goya a la mejor actriz de reparto y, sin duda, habría merecido un Goya honorífico.