El relativismo

21 oct 2018 / 11:15 H.

Venimos preguntándonos cuál pueda ser el motivo por el que surgen nuevos partidos políticos en Europa o América con auge en las urnas. La respuesta inicial es clara: el hartazgo de tanta corrupción, el hartazgo de tanta manipulación, la sensación o, más que la sensación, de que la vida política de los partidos de siempre no es honesta, que no arregla las injusticias sociales; que hay que buscar en otro sitio. Esta es, a mi juicio, la razón primera. Pero me atrevería a decir que existe otra razón, una de más fondo, la razón, llamémosle, humana. A la par de cómo está la sociedad, está nuestro interior personal, pues entiendo que la sociedad no es sino el reflejo de nuestro estado general personal. Por enfocarlo de algún modo, esa razón “humana” podría llamarse “relativismo”, pensamiento impuesto por una ingeniería social/personal que nos traen unos poderes económicos ocultos que lo manipulan todo, esto es, que como todo es relativo y Dios no es nadie, puedo hacer lo que quiera, sin freno de ninguna clase más que mi interés personal. Por eso, mentir, si hace falta, engañar, si me hace falta, robar, porque con ese dinero haré muchas cosas; sin castigo, porque Dios no pinta nada.