De mujer a mujer

13 feb 2017 / 11:31 H.

Comparten ideología, siglas, pasado y presente municipalista y, a partir de mañana, les unirá el Congreso de los Diputados. Marta Torres Tejada ocupará el escaño que dejó vacío la linarense Ángeles Isac García. Ambas cuentan con la “bendición” del todopoderoso líder, José Enrique Fernández de Moya, para las tareas que el Partido Popular les encomienda en esta nueva etapa de sus vidas. La puesta en escena del viernes en la ciudad minera fue prueba de que las dos tienen la puerta abierta para “volar” hacia sus respectivos destinos.

¿Por qué se produce el relevo? La respuesta depende de quién la conteste. La oficialidad destaca la “generosidad” de una decisión que encamina los pasos de la presidenta del Partido Popular de Linares hacia la Alcaldía, uno de los asuntos pendientes de los populares en la provincia. La oposición considera el relevo forzado por su propia fuerza política ante el revuelo generado por aquello de estar, como Dios, en todas partes —remuneradamente hablando—. Una máxima que comparten, incluso, quienes se dedican a hacer oposición dentro de su propia casa política. La protagonista, que tiene de todo menos pelos en la lengua, habla sin cortapisas de su renuncia al Congreso. Primero, por motivos personales. Ser diputada nacional, serlo también en la Diputación, ejercer de portavoz de su grupo en el Ayuntamiento y liderar el partido en su tierra no hay cuerpo humano que lo aguante. Puede rentar económicamente, pero no de forma familiar, ni física, ni psicológica. Antes que renunciar a ser hija, madre y abuela, hay otros caminos que también llevan a Roma. Y, segundo, por motivos políticos. Su proyecto se vio enturbiado por una crisis interna que no tiene fin, con expedientes disciplinarios incluidos y alguna que otra comparecencia pública bastante comprometedora. Estar en el candelero por cuestiones monetarias cuando la vocación es pública es un arma de doble filo que se hace necesario enterrar antes de morir en el intento. Dar un paso atrás significa, en muchas ocasiones, coger impulso para caminar con paso firme hacia adelante. Abandonar es de sabios cuando la amenaza es candente. Dice el refrán que más vale prevenir que curar. Es decir. Más vale dejar el escaño de la Cámara Baja que el de la Diputación Provincial. Garbanzos negros, los justos.

Ángeles Isac deja un sillón que, después de un año, le permitió una agenda de contactos que tiene grabada con letras de oro. Le sustituye otra mujer enamorada de la política. María Torres empezó en esto de lo público gracias a su espíritu participativo en todo cuanto acontecía en su tierra natal. La fichó Martín Olea en 2007 y, aunque tardó cuatro años en afiliarse al PP, su sintonía fue total desde el minuto uno. Abogada de profesión, estuvo una legislatura en la oposición y, en la actualidad, es segunda teniente de alcalde, portavoz y concejal de Recursos Humanos, Festejos y Urbanismo. El Congreso supone un salto de vértigo para el que se siente preparada. Un reto al que se suma otro más: su inminente matrimonio.