De los lodos de Primayor, arcadas

El presidente de la Asociación de Exempleados de Primayor reconoce haber ‘cogido’ 80.000 euros >> ¿Es normal que un grupo de trabajadores tenga 100.000 euros en su cuenta corriente? >> A Jaén siempre le sale todo lo feo, lo bueno es solo para algunos

14 feb 2016 / 10:30 H.

Debemos mirar primero a la Ley, que habla de presunción de inocencia y a ella apelamos, en todo y con todo, que quien cree en el Estado democrático y de Derecho, lo cree a pies juntillas, no un cachito por aquí, otro por allí y el de más allá puede que no lo cumpla... Hecha la salvedad, al grano: De los lodos de Primayor, a las arcadas de ahora. Es vomitivo que alguien se lleve 100.000 euros de una cuenta corriente de una asociación de antiguos trabajadores, es despreciable que se haga eso y alucinante que una asociación llegue a tener 100.000 euros en su cuenta corriente. ¿Qué pensarán esas oenegés que “mendigan” dinero de administración en administración para poder atender a la gente que lo necesita? ¿Qué pensaremos los ciudadanos de a pie que comprobamos cómo el viejo sistema se las apañaba para tenerse entre ellos contentos?

Hay sindicatos que siembran vientos y, mecachis, no echan cuentas de que luego vienen las tempestades. Hay partidos que compinchan con los empoltronados representantes de los trabajadores en pos de una paz social “comprada” que supone la peor de las prácticas no solo para la decencia y la legalidad, expresamente también para que el sistema siga funcionando, pese a sus cloacas. Qué vergüenza la noticia de la Asociación para la Promoción y Mejora de los Trabajadores, creada por exempleados de Primayor con un saldo en cuenta nada menos de 100.000 euros, 100.000 euros desaparecidos según denuncia e investigación policial. ¿De dónde ha salido tantísimo dinero? ¿Para qué se les dio esa burrada de dinero? No hace falta tener memoria de elefante para recordar cómo se insultaba a políticos y se escupía a periodistas que un sindicato ponía en el punto de mira por no defender la decencia, la honorabilidad y los puestos de trabajo de esta gente. ¿Recuerdan su campamento de la dignidad delante de la Delegación del Gobierno? De aquellos lodos de Molina, de Campocarne, de Primayor, de la Nueva Rumasa, vómitos y arcadas hasta perder el aliento y derrumbarse. Qué pena que se dejen pasar estas cosas; qué pena, Jaén, que te linchen y te hundan en la ignominia.