Corazón solidario

12 jun 2018 / 08:35 H.

Si no se levanta la vista de los informativos, de la prensa escrita o hablada, y no se aparta la atención de los noticiarios de las televisiones, difícilmente podremos observar que, al margen, y muy por encima de todas esas crónicas negras que nos ofrecen cada día —en las que privan la corrupción, la violencia doméstica, los delincuentes, incendiarios, pederastas y exaltados de todas las edades, sexos y colores—, de esa avalancha de noticias trágicas y deprimentes, existen otros comportamientos humanos llenos de ejemplaridad, personas que, en silencio, envían constantemente mensajes de esperanza, de solidaridad, de amor y de paz.

Y no crean que no se dejan notar, porque son muy pocos estos elegidos. Son muchos más de los que podemos suponer, aunque no gozan del interés mediático que genera un villano, un sinvergüenza. Hace poco más de tres meses que conocí a un matrimonio, Javier García y Matilde Galiano, jiennenses los dos, que fueron ganándose mi amistad y mi admiración por su peculiar apuesta por la vida, una vocación solidaria que comparten ambos desde hace años y a la que dedican todo el tiempo que sus profesiones y sus obligaciones familiares les dejan libre. De Mati ya les hablé con motivo de una exposición que presentó en la sala del Banco de España. Una muestra con una misión solidaria para ayuda de familias y niños de Bolivia. Hoy, quien reclama mi atención es su marido, Javi. Es funcionario de carrera y profesor de Educación Física. Fue jefe de área técnica del Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Jaén y, desde el año 2001, es el responsable técnico del Servicio de Deportes de la Universidad de Jaén. Ha sido responsable técnico de los Campeonatos de España Universitarios, recientemente celebrados en la provincia de Jaén, organizados por la Universidad en los que en las 14 modalidades deportivas participaron más de 2.200 deportistas.

Pues, a pesar de su enorme actividad y responsabilidad profesional, Javi García forma parte del grupo Proyecto Bolivia, un colectivo cristiano, misionero y marista integrado la ONG Solidaridad, Educación y Desarrollo (SED). Desde 2013, dedica sus vacaciones de verano para viajar a Comarapa (Bolivia), donde colabora como misionero en los diferentes proyectos que la ONG tiene en la conocida como Siberia Boliviana. Precisamente, a primeros de julio, tiene prevista su próxima partida al encuentro con un mundo diferente.