Consuelo en medio del caos

22 sep 2017 / 11:15 H.

Hitler, Franco, Mussolini, Stalin. Pinochet, Hugo Chávez, Maduro, Kim Jong-un, Donald Trump. George W. Bush, Tony Blair, Aznar. Lustig, Madoff, Urdangarin, Rodrigo Rato. Felipe González, los Guerra, Bárcenas. ¿Siguen la línea de pensamiento? Jordi Pujol e hijos, Mas, ZP, Puigdemont, Rajoy, Iglesias, Pedro Sánchez, Rivera. Tomamos parte en la vida como si fuera un juego de azar lleno de asociaciones caóticas. Pero hay quien reparte las cartas y hay quien las recibe. Unos ganan mientras otros pierden. Los primeros son más conscientes que los segundos. Al menos, está el consuelo de no ser uno el que rompe la baraja. Charles Mason, Munich 1972, Columbine. Bataclan, atropellos de Londres, París y Barcelona. Hiroshima y Nagasaki, Chernóbil, Fukushima. Guernica, Enola Gay. Eichmann, Milosevic, Sadam, Bin Laden. Torres gemelas, Atocha. Lejos, todo está lejos y es ajeno. Pero la partida sigue. JFK, John Lennon, Miguel Ángel Blanco. Hay quien mata, hay quien muere. Quien sobrevive. Quien malgasta la vida. Quien estrella su tiempo contra una pantalla de plasma. Pero también hay quien graba sus huellas en el lienzo del universo. Velázquez, Bacon. Y Shakespeare y Cervantes y Chéjov y Hamsun. Salter, Modiano, Vargas Llosa. Cormac McCarthy. Billy Joel. Qué sé yo cuántos. Todos independientes, todos unidos entre sí. Consuela pensar que el caos no se inició por la culpa de uno. Consuela el intento (imposible) de ordenarlo.