Constitución, ¿reforma?

10 dic 2017 / 11:28 H.

Los expertos constitucionalistas españoles creen que el mejor modo de “cargarse” la Constitución de 1978 es dejándola anquilosada y sin reformar. Unas reformas puntuales hacen bien a todas las constituciones. No es bueno que nuestra Constitución permanezca inalterada 40 años, los de mayores cambios en la humanidad. Estoy de acuerdo en una mínima pincelada de modernidad. Nuestro texto necesita un gran consenso para su reforma y ese acuerdo no existe. Y no nos engañemos, lo que hoy se propone son unos retoques estéticos o gramaticales, cuando no un abismo. Eso no contenta a nadie. No podemos modificar la Constitución sin tener una solución previa. Lo fundamental es la financiación de todas las autonomías y no de una o dos nacionalidades o regiones. Primero pactar el sistema de pensiones, mejorar la economía, que la bonanza llegue a todos, garantías de igualdad de los españoles e incentivar a las regiones que cumplan. Se trata del bienestar de los ciudadanos y ahora en pleno auge del “populismo”, nada sería más infantil y ridículo que echar a perder lo que tanto costó. Reforma sí pero con el éxito garantizado.