Con novedad en el Alkázar

30 nov 2016 / 12:14 H.

Hablar del cine en Jaén es, para cualquier aficionado, cerrar los ojos y dejarse llevar por el recuerdo o, quizá, por las lágrimas. Un paseo por nuestras calles nos llevará al Cervantes ocupado por una “mafia” sentada en las mesas de comida italiana. O al supermercado que ahora proclama sus ofertas en el regio Asuán. El Lys Palace fue galería comercial y el Darymelia traicionó al séptimo arte para disfrazarse de aposento para Talía. Solo nos quedó el refugio de los multicines de un centro comercial más allá de los confines del mundo conocido. Pero hay otra sala de la que se está hablando últimamente. Es el viejo Alkázar en el que algo parece estar moviéndose de nuevo como si los fantasmas de aquel primigenio Flash Gordon que inauguró su pantalla en 1981 intentaran volver a iluminar nuestras retinas. Recuerdo haber asistido a aquellas primeras proyecciones en el aristocrático edificio que fue palacio de Navasequilla y haber disfrutado de las intergalácticas aventuras del héroe como buen joven, entonces, aficionado a la ciencia ficción. Desgraciadamente no fue ficción su rápida desaparición en apenas siete años aunque luego reabrió intermitentemente hasta sucumbir en 2009. Esperemos que tampoco lo sea este segundo intento del grupo Foco Henri Langlois para reabrir la sala y que ya ha conseguido formar parte del II Plan Estratégico de la Provincia de Jaén 2020. Transformar el Cine Alkázar en un pequeño complejo con dos salas, librería, cafetería y opciones de usos culturales complementarios sería cumplir un deseo que muchos jiennenses aplaudimos. El tema económico, siempre un escollo cuando de cultura se habla, podría solventarse, según afirman los promotores, con fórmulas de alquiler y con microavales de todos los interesados. El plan está en fase de consulta con asociaciones, colectivos y grupos que pudieran apoyarlo. Echar las campanas al vuelo, sobre todo después del fracaso del primer intento de esta iniciativa, parece prematuro pero empujando todos se podría conseguir. Cine, cine, cine, más cine por favor, decía la canción. Y seguía “que toda la vida es cine, y los sueños cine son”. También en Jaén. Claro.