Como una lavadora antigua

14 nov 2018 / 11:13 H.

Si echamos un vistazo a las candidaturas que se presentan por nuestra provincia a las próximas Elecciones al Parlamento de Andalucía, llama poderosamente la atención que, de las cuatro formaciones políticas con representación parlamentaria tres estén encabezados por mujeres y la que se suponía que desde su origen portaba el ADN del feminismo lo sea por un hombre, un personaje repescado de la vieja política municipal. Mientras el Partido Popular provincial sigue con sus desavenencias internas, su organización a nivel estatal le está haciendo un flaco favor al tratar a la población andaluza de inculta. Ciudadanos con su política de bandazos parece estar bailando la Yenka lo que le resta credibilidad. Ni qué decir tiene el gazpacho político andaluz de Adelante Andalucía, una suma de siglas para refundir votos. El Partido Socialista de Andalucía lleva 36 años gobernando con la confianza de la población andaluza, con sus luces y sus sombras, sin obsolescencia programada, retando al tiempo como una lavadora antigua. Esto debe significar algo, quizás la razón tenga que ver con lo que decía Faulkner: “un hombre teme más a lo que pueda sobrevenirle que a los sufrimientos que ya ha padecido”.