Cocina nacional

26 sep 2016 / 17:30 H.

Las televisiones se han enquistado en una programación que ofrece pocas posibilidades de cambio. Ofrecen “realitys”, debates políticos y programas de cocina. Fuera de eso están los seriales, y poco más. Me gustan los programas de cocina. Dan la oportunidad de aprender recetas innumerables, mil maneras de cocinar, pero no tienen en cuenta que la política no facilita al personal esos ingredientes necesarios para poder realizar más recetas que las de una pipirrana o un huevo frito con patatas, y ni siquiera en todos los hogares pueden conseguirlo. Eso sí, los programas de cocina nos informan de las delicias que comen todos esos políticos prebendados que tienen a millones de ciudadanos sometidos a una dieta estricta y lamentable. Sencillamente vergonzoso.

El pasado jueves volvió a la pequeña pantalla Alberto Chicote con un programa que me gusta: “Pesadilla en la cocina”. Es valiente, interesante, aleccionador y muy distinto a los “Master Chef”, porque no enseña lo que se debe comer sino todo lo contrario, lo que no se debe comer. Pone al descubierto las interioridades de muchos negocios de hostelería cuyos productos y su forma de cocinarlos son altamente nocivos para la salud del comensal. Si pensáramos seriamente en lo que Chicote nos descubre en esos programas dudaríamos muy mucho en acudir a comer a un restaurante en el que no tuviéramos mucha confianza. La porquería que se pone de manifiesto en muchas de las cocinas y la ínfima calidad de los productos ponen en serio riesgo nuestra salud. Ya sé que la producción de estos programas tiene su parte de truco, de preparación, pero no deja de ser sorprendente a poco que tengan un mínimo de veracidad. Es así como figuro la cocina nacional donde deben elaborarse las recetas que alimenten a los españoles de esperanzas. Sucia, desordenada, con ideas caducadas y con la malsana intención de poner cada uno de los cocineros en el menú lo que puede beneficiar sus propios intereses. Una cocina de la que no sale algo realmente aceptable y conveniente para la totalidad de los ciudadanos sino que el menú está elaborado con los ingredientes que interesan al gusto de los propios chefs. Y ahí siguen dándoles vueltas sin lograr una receta aceptable para todos. Yo creo que Chicote debería darse una vuelta por esa cocina nacional. Y que lo televisen.