Charnegos que buscan su espacio

15 ene 2016 / 09:36 H.

Las idas y vecinas con la independencia de Cataluña raya lo absurdo. No tienen bastante con convocar mil y una elecciones, algunas legales y otras no tanto; con esperar hasta el último minuto para nombrar a un presidente de la Generalitat, con empates incluidos, como si de un partido de fútbol se tratase, o con desafiar a su mismísima Majestad al romper con los protocolos de comunicación. Ahora le llega el turno al folclore. No al que representa la quintaesencia del catalanismo, sino aquel que hace la vida más fácil a los miles de inmigrantes que se dejan la piel por levantar su “país”. El culmen de lo absurdo llega con la Feria de Abril y Susana Díaz, enfrentada a la alcaldesa de Barcelona, Ana Colau, que estima necesario endurecer el contrato público del recinto que, según la Federación de Entidades Andaluzas, obligará a suprimir la cita. Un evento que es santo y seña de los charnegos, como yo, que nacimos en tierra de emigrante, como Santa Coloma de Gramenet. Que desde la lejanía vemos, con dolor, cómo lo absurdo tapa lo importante, los problemas de la calle, que no conocen del amarillo y el rojo de las dos banderas.