Cerrado por vacaciones
Erase que se era, una ciudad preciosa, ornamental, turísticamente invernal (a lo sumo de primavera), calurosa, muy seca pero con un encanto olvidado... ¿les suena? Sí, nuestro Jaén. Y no el Diario, que a veces cuando uno nombra eso que los señalizadores de autovías olvidan, tiende a recordar nuestro clásico y Diario periódico. Entre los puentes (los de agosto y los Sierras, Jontoyas, Nuevos y demás), las torres, (Delcampo, Donjimeno, Delmar y demás), se queda la ciudad desierta, falta ver a las 4 de la tarde el típico aglomerado de ramitas rodando del western. Vamos que ni obras hay, esas ya vendrán luego con los atascos de las 9 de la mañana. Eres capaz de cruzar desde bomberos a la universidad en menos de 10 minutos y con no más de 2-3 discusiones, buen promedio dada la época. Te cruzas con 4 autobuses, algunos gratis para el conductor, con 6 taxistas, Uber mediante, y con 35.000 autoescuelas, que encima de que las pobres lo van haciendo bien, son las que siempre son pitadas por estar “en medio”; algunos estamos ensayando la opción de levitar a la tercera pitorrada, otros ya han conseguido unas hélices y en cuanto ven al energúmeno trasero (válgame el masculino genérico) pegar el pecho al volante, las despliegan y consiguen despejar el maltrecho camino...que hasta en verano, la paciencia se sirve fría.