Carta al
más allá

09 oct 2017 / 10:15 H.

Amigo Luis: Hoy me resisto a escribir de lo que todo el mundo habla. No me interesan los discursos de esos políticos sin escrúpulos que allá por Cataluña se enorgullecen de no ser españoles. De esos adalides del engaño que mientras hablan de “desobediencia civil” se rodean de guardaespaldas y exigen para ellos solos respeto y pleitesía. ¡Cómo si no cobraran todos de los mismos presupuestos constitucionales! Tampoco me interesa mirar a este Jaén de nuestros desvelos que sigue igual que lo dejaste: con un tranvía sin vías de solución. Sin olvidar las deudas del Ayuntamiento o las peleas internas y externas de los partidos. Hoy, querido amigo, prefiero mirar al más allá. Imaginarte de nuevo paseando por la Carrera, por el Paseo de la Estación, saludando a la legión de amistades que teníais tu esposa Luisi y tú. Medio Jaén te conocía, te admiraba como médico y como persona. Has dejado huella, has sido un ejemplo a imitar de coherencia, de bondad y de generosidad para los más débiles y necesitados. Por eso hoy no me apetece escribir de trivialidades, de cosas mundanas. Hoy prefiero certificar esta carta al más allá para agradecer a Dios que me diera el privilegio de compartir muchos momentos contigo y con los tuyos. Para decirte que nadie va a poder olvidarte nunca. Es imposible borrar la luz de una estrella.