Capitán Veneno

    21 may 2019 / 16:26 H.

    Por inesperada, por increíble y porque hay personas que te gustaría que fuesen eternas, la muerte de Juan Carlos Aragón ha dolido especialmente. No voy a escribir sobre algo que todos los aficionados conocemos. No se trata de reconocer al mito, al poeta, al niño rebelde que lo dice todo con tal categoría y belleza que caes rendido ante las actuaciones de sus comparsas y chirigotas. Se trata de poner en valor a las personas que realmente dejan huella. Cádiz lo recordará con verdadero agradecimiento y cariño. Sus amigos y compañeros lo llevarán en su corazón para siempre. Sencillamente porque no fue un ídolo de barro. No se le reconocen riquezas ni poder. No era agraciado ni creo que nadie antepusiera ese detalle a su inteligencia y buen hacer. En definitiva, lo que tiene valor y queda para siempre es lo que deja huella en los sentimientos. ¡Qué lejos quedan los que luchan por el poder y se afanan en acumular riqueza! Hoy transmiten un mensaje y mañana dicen lo contrario. Lo que en un momento es conveniente para sus aspiraciones, deja de serlo sin ningún pudor y sin respeto por nada ni por nadie. Por eso cuando pase el tiempo quedaréis en el olvido. Tu huella, Capitán Veneno, será eterna.