Canto a la frustración

21 abr 2017 / 10:16 H.

Qué desconsuelo ser socialistas y escuchar a sus líderes decir que quieren ser el PSOE de siempre y volver a gobernar, y que te venga la imagen de esos mismos desoyendo, junto con Zapatero, a los que decían que había una burbuja inmobiliaria, y respaldando la opinión de los especulares y ricos de la burbuja, por tanto viviendo el desenfreno y la buena vida de la misma. Cuando estalla, no se le ocurre al socialismo otra cosa que legislar, cargando el peso de la crisis, contra los que le votaron y demostrar su incapacidad para defender a la clase baja y media de los ataques de la banca. Comulgando y aplaudiendo las políticas liberales como única salida y dejando indemnes a los opulentos. Hoy estamos saliendo de la crisis y los opulentos son más ricos y los trabajadores, no todos, más pobres y casi sin derechos laborales. No es culpa principal del PSOE, pero dieron el primer paso y se quedaron sin razones para combatir las medidas del PP. Estamos ante un partido al que le cuesta trabajo pactar con otras izquierdas. El PSOE debe ser el partido del mañana, no el de hoy, ni el de ayer, volver a ser progresista. Ser de izquierda no es malo, sino todo lo contrario. La derecha está muy bien representada en España y han demostrado que lo hacen muy bien en favor de sus partidarios. Me refiero a las élites.