Cada uno a sus puestos

11 feb 2019 / 08:39 H.

Una situación inédita viven los delegados territoriales de la Junta de Andalucía. Los ocho jiennenses que representaban al Gobierno de Susana Díaz en Jaén acuden cada día a sus despachos, curiosamente, con Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente. Todos, excepto una, la máxima mandataria andaluza en la provincia, cuya sustituta recibió el nombramiento en el último Consejo de Gobierno y ejerce, como tal, en la sede de la Plaza de la Concordia. Ana Cobo traspasó sus poderes a Maribel Lozano y, desde el viernes pasado, la “nueva” en la oficina convive con sus “enemigos” políticos bajo un mismo techo. Hoy quedará definida la nueva estructura gubernamental, esa que deja tres carteras en manos del Partido Popular y otras tres, en las de Ciudadanos. Todos esperan como agua de mayo que, al siguiente día, llegue el verdadero cambio a las delegaciones para zanjar una situación rocambolesca.

Nunca hubo un traspaso de competencias más meditado. Desde que se constituyó el nuevo ejecutivo regional, todos acuden a trabajar, puntualmente, aunque dejaron las agendas aparcadas de cara a la galería pública. Ningún acto público y, en consecuencia, la actividad política provincial quedó reducida a las convocatorias de la Diputación. ¿Qué futuro les depara a quienes tuvieron la responsabilidad, en la última legislatura, de continuar, impulsar y reivindicar el presente y el futuro de su tierra? Todos, excepto uno, regresan a su actividad profesional. La exdelegada del Gobierno, Ana Cobo, asegura que se dedicará a su profesión de economista en el sector privado. No hay visos de su reenganche a la política, ni siquiera la municipal, porque el candidato a la Alcaldía de Linares, Daniel Campos, quiere gente nueva en su lista. La responsable de Salud, Teresa Vega, funcionaria de la Diputación, vuelve a sus orígenes laborales en el Centro de Servicios Sociales de Villacarrillo, aunque continuará con sus obligaciones orgánicas en el Partido Socialista. Mari Paz del Moral, delegada de Empleo, regresa a casa. Licenciada en Filología, en su entorno aseguran que se preparará unas oposiciones mientras echa mano en el negocio familiar. Yolanda Caballero, en Educación, prepara su reincorporación a la docencia en la Universidad de Jaén. La responsable de Turismo, Pilar Salazar, retorna a su plaza como personal laboral fijo en el camping La Bolera de Pozo Alcón, donde empezó a trabajar hace más de veinte años. Juan Eugenio Ortega, de Medio Ambiente, continúa como secretario general del Partido Socialista de Torredonjimeno y vuelve a su plaza de profesor en el instituto Acebuche de su municipio, del que llegó a ser director. A disposición de su partido, acompañará al aspirante a la Alcaldía, Manuel Anguita, en los puestos finales de la candidatura. Juan Balbín, delegado de Agricultura, disfrutará de su jubilación tras su paso como profesor de instituto en Bailén. Y, por último, José Manuel Higueras, licenciado en Derecho, tiene previsto centrarse en la coordinación de la campaña de Julio Millán en su carrera hacia el bastón de mando de la capital. Así queda la cosa.

Mientras tanto, el Partido Popular y Ciudadanos buscan los perfiles adecuados para el relevo. No está el pescado vendido y, hasta el último minuto, puede haber cambios sobre el papel. Los nombres prescritos siguen en la mesa del presidente, no hay marcha atrás por parte de la dirección provincial del Partido Popular en las propuestas presentadas. Despejada la duda de la Delegación del Gobierno, será más fácil encajar las piezas de un puzle para el que no hay manual de instrucciones. En Ciudadanos, donde todo es más nuevo, no hay tantos candidatos para acomodar en los puestos vacantes y, de esta forma, impera el sota, caballo y rey.